El sector del deporte ha estado funcionando liberalmente y ahora se va a restringir la contratación de técnicos.

De hecho, más correctamente habría que decir que en algunas comunidades ya ocurre. Esta es la situación… Si yo soy un técnico deportivo en Galicia o Baleares puedo ser contratado y trabajar sin ningún requisito de cualquier actividad profesional que quiera. ¡No hay problema! Si tengo un título de Grado Superior Deportivo, en Barcelona (igual que en Galicia o Baleares) puedo ser monitor de sala o entrenador personal. Sin embargo, en Madrid puedo ser monitor de sala pero no entrenador personal. Hemos citado dos comunidades autónomas que no tienen regulación de las profesiones del deporte (Galicia y Baleares) y otras dos que tienen regulación pero cada una, a su modo.

España tiene la capacidad de generar diferentes entornos de contratación y ejercicio profesional. Dicho de otra manera, no hay libre circulación de trabajadores. Y esto, que es grave de por sí, contraviene la legislación europea y la española. Tenemos leyes que contradicen a leyes.

Veamos otro ejemplo. Si tu quieres ser entrenador personal en Madrid no puedes ejercer a no ser tengas un título de licenciado o grado en ciencias de la educación física y el deporte. Es decir, en Madrid, la profesión de entrenador personal es un monopolio en manos del COPLEF (Colegio oficial licenciados en educación física). Esta es la máxima restricción que se puede imponer a una actividad.

En Cataluña puede ser entrenador personal una persona licenciada, con un grado superior o con un certificado de profesionalidad. En Galicia y Baleares, ser o no entrenador personal dependerá de tu prestigio y de los resultados de tus clientes.

La oferta y la demanda son diferentes en cada comunidad. En Madrid, al tener una ley tan restrictiva, hay menos personas que puedan ser entrenadores personales, son más escasos. Menos entrenadores personales hace que menos personas puedan recibir el servicio o bien, que este servicio sea más caro. Si trabaja en un club deportivo, exigirá más salario y el margen para el centro será menor. Pierde la sociedad, gana el monopolio.
Y una broma final: si eres un entrenador personal sin título de licenciado en Roma o Barcelona, puedes trabajar en Madrid; pero alguien de Madrid en la misma situación, ¡no!